Por MARÍA MANTILLA, esta carta la solicitó el amigo de mi Rincón Aramis Hernández hace un tiempo ya, solo ahora puedo responder a su petición. Disfrútenla.
¡Qué grato es vivir con recuerdos tan vivos y llenos de cariño como los que llevo yo en el alma! Viví junto a Martí por muchos años, y me siento orgullosa del cariño tan grande que él tenía por mí. Toda la educación e instrucción que poseo, se la debo a él. Me daba las clases con gran paciencia y cariño, y cada vez que tenía que hacer un viaje, me dejaba preparado el itinerario de estudios que había que hacer en cada día, durante su ausencia. En medio de todas la agonías y preocupaciones que llevaba sobre sí, nunca le faltaba tiempo que dedicarme. Lee el resto de esta entrada